El mundo del automóvil ha cambiado en los últimos cuarenta años de manera exponencial en nuestro país. Sobre todo en la variedad de modelos al alcance de la mano y de la vista. Recuerdo en mi primera infancia una España plagada de Seat, Renault, Simca o Citröen. Se veía algún Mercedes, en clases muy privilegiadas, y los ministros de la época viajaban en el famoso Dodge Dart, pero eran excepciones que hacían que los niños nos parásemos delante de ellos admirando sobre todo el tamaño de estos vehículos. Valga como ejemplo que en los primeros años setenta, el coche preferido de los taxistas de Madrid era el Seat 1500 que, por cierto, nos parecía enorme, pero mide de ancho lo que un actual Peugeot 207.
Años después vino la aparición de marcas y modelos de todo tipo, acrecentada por la llegada de vehículos de ocasión, de alta gama, procedentes sobre todo del mercado alemán. Por cierto, ¡Que casualidad, todos estaban impecables y todos tenían alrededor de 60.000 Km!. No ahondo en el comentario por no herir susceptibilidades. Lo cierto es que en la actualidad no nos sorprende ningún coche, quitando quizá, algún modelo de altísimo precio y rareza.
Pero hagan ustedes un experimento. Den una vuelta por su ciudad subidos en un coche clásico bien conservado, no hace falta que sea un Ferrari. Un modesto 600 cuidado y reluciente hará que sean el centro de todas las miradas. Los coches con mas de treinta años, pongamos una fecha orientativa, tienen algo que engancha, que despierta admiración. Puede ser el diseño, muchas veces sin concesiones a la aerodinámica, que hace tan uniformes a los vehículos actuales. Puede ser la ausencia de ayudas electrónicas, que nos obligan a una conducción mas incómoda pero mas pura, con menos margen de error. Puede ser el sonido o el olor a gasolina, pero creo que cualquier conductor ha soñado con conducir uno de estos coches.
Hay un clásico para cada bolsillo y situación, por supuesto como capricho, pero creo que la magia del automóvil antiguo, está en que las emociones que antes les describía pueden sentirse sentado al volante del referido Seat 600, de un MGB o del mítico Jaguar E Type, por nombrar tres coches de muy distinta exclusividad. Hagan una búsqueda en internet, y comprobarán que existen clubs dedicados a todos los modelos de coche. Donde los orgullosos propietarios de un Simca 1000 o de un Citröen 2 CV, muchas veces heredados, presumen de sus joyas y comparten secretos para su mantenimiento.
En Gran Bretaña, en esto van por delante de nosotros, las subastas de clásicos están muy extendidas. Los vendedores tienen clara la idea de que la subasta es el método idóneo para obtener por su coche el mejor precio posible. En Betcars compartimos esta idea, aportando además el valor añadido de nuestro Informe Pericial obligatorio.
